Descartas.
Sabes, podría escribirte un poema nuevo, el más doliente y triste que alguien pudiese imaginar. Incluiría todas las lágrimas derramadas por ti y cada una de las veces que mis ojos se desvanecieron y se volvieron mar cuando te vi romperme el alma. Agregaría, además, toda esa indiferencia que acumule en las paginas de esta historia, con el afán de asesinarte un poco y desvanecer levemente tu recuerdo. Este nuevo poema no hablaría de soles pero si del fuego, un fuego ardiente, que no viene del corazón que late, sino de un infierno en el que se grita. Estas letras serían escritas con una mano temblorosa, llena de miedo por la muerte de todos los relojes nuestros y consigo nuestro tiempo. Le anexaría las partituras de la canción que nunca merecí y las veces que me enseñaste a esconder los sentimientos y continuar la caminata. Este poema, sin duda no sería como el primero, tendría toda esta pasión que desarrolle al amarte a lo largo de los años, segurament...