Yo no creía en magia, hasta que me tope con tu mirada y me dejaste ser astrónomo del universo que contenías en tus ojos cafés. Siendo sincera nunca me desempeñé tan bien en la ciencia, hasta que quise conocer cada parte de tu mirar. Fui de lo grande a lo microscópico, lo inexistente, lo irreal, lo inexplicable y tú estabas ahí dándome respuestas. Hubo cosas que no había logrado comprender, hasta esos días. A las estrellas, por ejemplo, las entendí cada que sonreías y había lluvia de ellas,¡Debiste ver el espectáculo de luces que se llevaba a cabo en tu mirar! Si pudiera, tan solo describir correctamente un poco de estos descubrimientos, seguro este planeta sería un lugar mejor. Es ese, tu universo, el sitio más puro del mundo, porque logras pintar todo con tanta facilidad y claridad que es imposible no crear cierta adicción a observarte. Al día de hoy, no sé que es todo lo que veo, pero sin duda, si hoy me preguntaran por la magia, hablaría sobre ti y tu universo. Itzel S