Demolición:

Al fin se consumó, después 
de tantas perfecciones tan equívocas, 
de tanta precaución y cálculo, probando 
que nada fuera inútil, ni lo nimio, 
ni los más delicados pulimentos: 
al fin se consumó lo improyectado 
por la mano, al revés de la materia. 

La mano reconoce que otra mano 
más poderosa hay en la materia, 
otro proyecto inverso, otra escultura 
abierta al desgarrón que nos genera, 
el ojo reventado de la forma, 
el descoyuntamiento crucifico, 
el boquete sediento de la luz 
manando los destrozos 
de una extraña alegría.

Cintio Vitier

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