Despedida.

Entre mi amor y yo han de levantarse 
trescientas noches como trescientas paredes 
y el mar será una magia entre nosotros. 

No habrá sino recuerdos. 
Oh tardes merecidas por la pena, 
noches esperanzadas de mirarte, 
campos de mi camino, firmamento 
que estoy viendo y perdiendo... 
Definitiva como un mármol 
entristecerá tu ausencia otras tardes.

Jorge Luis Borges 

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