Nada

-¿Que hay sobre tus miedos?- pregunté con la esperanza de que esta ocasión hubiese una racha de sinceridad.
-Nada.- respondió sin hacer gesto alguno.
-¿No tienes?-
-No-se apresuro a responder sin euforia alguna.
-¿Y el olvido?- dije sin pensar dos veces.
-Se que moriré- Menciono golpeado y con inmenso desánimo. ¿Que más podía preguntar ahora?
-¿Y tus pasiones?- Arqueo la ceja. Esa, una de sus señales de desaprobación.
-Ya sabes que me gusta- Llevo su mirada al techo y cerro los ojos, subió su brazo y lo acomodo haciéndome una invitación. Me incorporé a su lado. Recargué mi cabeza sobre su pecho. En tal posición lo tenía todo, era capaz  de escuchar el palpitar de su corazón, de contar sus respiraciones, lograba sentir el calor que transmitía su cuerpo, me encontraba en primera fila para ser testigo del rosa de sus mejillas. Su mano vagaba por mis cabellos como si yo fuese una muñeca capaz de romperse al primer mal movimiento. Estaba vivo, no tenía duda de eso. Pero... ¿Por que tanto misterio?...
Alcé la mirada intentando buscar la suya. Por un momento había olvidado la diferencia de estatura y que, siento la persona con menor tamaño, me costaba mucho encontrarme con sus ojos. Lo contemplé un tanto desde ese angulo, se miraba perfecto. Sus ojos estaban cerrados, no estaba a la defensiva, su rostro transmitía inocencia, no había músculos tensos ni señales de desaprobación, su boca entre abierta, era una invitación a besarle, su cabello lucía un poco más largo de lo normal, cualquiera que lo viese en ese estado no podría creer que es él... Abrió los ojos. Busco los míos. Busque la que sería mi estatura perfecta. Me envolvió entre sus brazos y rodeé su cuello. Miré sus ventanas del alma, profundas, de un color obscuro... brillaban ¿Que habrá sido de ellas en el pasado que ahora nos torturan?
-¿En que piensas?- me preguntó tensando la frente. Sonreí.
-En nada-

Itzel Sandoval

Comentarios

  1. Sólo por la tilde de "él", pero al carajo, eso no importa. Me encantó tu escrito extraña. Me envolví fascinantemente en cada palabra. Y el final una tormenta silenciosa egoísta mental que amé.

    Felicidades.

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    Respuestas
    1. Que agradable leer comentarios como el suyo << extraño >>. Es grandioso saber que alguien lee mis pequeños textos. Aún mejor me resulta su comentario. ¡Muchas Gracias!, Me anima a escribir un poco más.

      Por cierto también agradezco la observación, ya lo he corregido.

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