Escribiendo al pasado.

Y tras haber pasado la noche entera pensando en las palabras adecuadas, descubrio que solo dejaria la posdata: Te quiero y Te extraño. Como de costumbre, algo que jamas cambiaba, porque las palabras no importaban mucho, ni las historias, todo era tan simple como para llegar a aquel punto, en el cual el lapiz hacia un poco mas de presion, este y su firma de siempre. La carta, dirigida a aquella persona de siempre, que solia cambiarle de nombre, de modo que se creyera iban dirigidas a distintas personas, pero ella lo sabia. Y el conocia a la perfección, las distintas formas en que ella lo llamaba...


Comentarios