El día en que cruzamos miradas:


Estabas muy azul y misterioso,
caminabas muy deprisa,
hablabas muy sereno,
y sonreías.

Tu risa rompía toda cordura,
traía consigo calor y tonos rojos,
decías que no era cierto,
y sonreía.

Tu mirada me tocaba y se escondía,
tu mirada no quería cruzarse con la mía,
te sentía,
y luego huía. 

Itzel Sandoval

Comentarios